Comunicado del IIDH-España con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos

El 10 de diciembre de 1948 se dio un paso para construir una humanidad más justa y equitativa, con la elaboración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como necesidades humanas básicas que deben estar presentes en todas las sociedades, por eso, hoy, en su 76º aniversario es día para celebrar los avances y para reflexionar el camino que queda por recorrer.

Dicha Declaración quedaría en mera letra muerta si las sociedades no encuentran mecanismos por las que garantizar su aplicación. Para ello, es fundamental no dejar de insistir en el respeto a estos instrumentos, exigiendo actos de buena fe por parte de los Estados Miembros y hacer frente a la incapacidad crónica para encontrar soluciones frente a las vulneraciones de los Derechos Humanos.

Esto implica abordar cuestiones como el poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, que con frecuencia limita la acción conjunta en defensa de los derechos humanos. Además, la negativa de algunos países a someterse a la jurisdicción de tribunales internacionales, como la Corte Penal Internacional, refleja una falta de compromiso con los principios de la justicia global.

A esto se suma la disparidad entre regiones en los procesos de toma de decisiones internacionales, evidenciada, por ejemplo, en la falta de representación de África como miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Estas desigualdades socavan la universalidad y eficacia de los Derechos Humanos, haciendo necesario un esfuerzo continuo por garantizar su respeto y aplicación a nivel mundial.

Tanto los mecanismos extra-convencionales, con sus informes no vinculantes, como los mecanismos convencionales y los asesoramientos o asistencias técnicas están sirviendo para poner la semilla, pero es necesario hacer crecer la planta, seguir regándola para que no se marchite.

Es necesario seguir buscando la cooperación, sin que esto se convierta en polarización de los individuos ni de las naciones. En la que hoy en día nos encontramos con la desinformación como elemento nutritivo de dicha polarización.

Problemas como las diferencias sociales, la pobreza, la no inclusión de las minorías, problemas de acceso a la educación o a sus propios recursos naturales, hacen que comunidades se vean desfavorecidas y con ello la lucha por la defensa de los Derechos Humanos se convierta en una odisea.

Desde el Instituto Internacional de Derechos Humanos, queremos agradecer a todas las personas que son parte del mismo y a todas aquellas que lo apoyan. No obstante, seguimos insistiendo por un mayor amparo de aquellos en los que está en su mano dar un empuje a las organizaciones que con sus recursos buscan el respeto, la promoción y la defensa de los Derechos Humanos, como es nuestro caso.

La injusticia, en cualquier parte, es una amenaza a la justicia en todas partes – Martin Luther King

Alejandro Doménech García
Miembro del IIDH-España